Para Donde Oscila el Péndulo
**La iniciativa de Monreal preservaria la formula para nombrar a los consejeros, así mismo reduciría 100 diputados de representación proporcional.
**En contraste la iniciativa del presidente de la república modificaría la naturaleza administrativa o judicial de los cargos del INE buscando que sean de elección popular.
**La iniciativa oficialista, propone que el INE sea sustituido por un Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), el cual se convertiría en la única autoridad administrativa electoral en todo el país absorbiendo la democracia electoral en las entidades federativas, centralizando la democracia y la vida política de los 32 Estados reduciendola a los criterios de la federación.
Cdmx.- La decisión del presidente de México para plantear una reforma electoral a menos de año y medio de la conclusión de su mandato, y a unos días de haber logrado la aprobación de la iniciativa que garantiza la permanencia del ejército en las calles hasta 2028 pone de relieve la importancia que tiene este tema para la 4T.
Hasta hoy se sabe de la existencia de dos iniciativas una del senador tristemente vapuleado por sus correligionarios en “La Hora del Jaguar”, Ricardo Monreal y la que fue enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, presuntamente manufacturada por Pablo Gómez ex diputado y líder de estudiantes en el 68 hoy situado como titular de la unidad de inteligencia financiera.
Ambas iniciativas coinciden en su propósito de reducir tanto a la representación popular como a la burocracia electoral. La idea es que haya menos diputados locales y federales, y menos senadores. La iniciativa oficial, además, quiere reducir el tamaño de los cabildos municipales.
Los dos proyectos proponen disminuir el número de consejeros que integran el Instituto Nacional Electoral (INE), y también el número de magistraturas de la primera sala del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
La iniciativa oficial propone que tanto las consejerías como las magistraturas electorales se vuelvan cargos de elección popular. Igualmente quiere eliminar el financiamiento público a los partidos, excepto aquel que se utilice para hacer campañas electorales.
Y es que la reforma impulsada por el presidente va más lejos que la iniciativa Monreal. Por ejemplo, mientras la primera propone desaparecer al INE, la segunda quiere solamente su reconfiguración.
Pues propone que el INE sea sustituido por un Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), el cual se convertiría en la única autoridad administrativa electoral en todo el país. Para ello, serían eliminados los Órganos Públicos Locales Electorales en las entidades federativas, que actualmente organizan una parte importante de los comicios a nivel estatal.
Ambas propuestas pretenden disminuir el número de asientos en el Consejo General de ese Instituto, de 11 a 7 lugares. Argumentando que se deben incrementar las tareas del nuevo órgano y al mismo tiempo recortar el número de personas encargadas de sacarlas adelante.
Asimismo las iniciativas impulsan una situación similar para el TEPJF: ambas buscan que los tribunales locales sean eliminados para que sus tareas sean absorbidas por un solo órgano jurisdiccional nacional.
Mientras la iniciativa oficial no modifica el número de magistraturas de la primera sala del TEPJF, el proyecto Monreal considera eliminar dos de las siete magistraturas actuales. Nuevamente, se considera posible crecer las cargas de trabajo y restar las personas al frente de la responsabilidad.
A diferencia de la iniciativa Monreal, la cual deja intacto el mecanismo actual para la selección de las personas encargadas de ocupar las consejerías y las magistraturas —el cual se realiza a partir del consenso entre los partidos políticos con representación parlamentaria—, el proyecto del presidente propone un cambio radical: quiere modificar las características administrativas o judiciales de estos cargos para convertirlos en puestos de elección popular.
La iniciativa de palacio nacional plantea que las personas aspirantes a alguna de estas funciones hagan campaña nacional para que sea el voto popular el que les entregue el mandato como servidores públicos. Para poder postularse, las personas tendrían que acceder previamente a una lista de candidaturas integrada por distintos poderes, entre ellos las cámaras de Diputados y Senadores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la presidencia de la República.
También advierte que los partidos políticos estarían impedidos para hacer campaña, pero la radio y televisión tendrían que ofrecer tiempos oficiales durante este ejercicio, que se celebraría cada seis años. Establece que la persona que consiga el mayor número de votos en esa elección sería nombrada titular del llamado INEC.
Respecto de los partidos políticos, este proyecto quiere eliminar el financiamiento público para sus gastos ordinarios (sueldos, oficinas, transporte y otras erogaciones administrativas). Defiende que tales gastos podrían conseguirse a través de donativos o cuotas provenientes de su militancia. Pero contempla que los gastos de campaña continúen siendo subsidiados con el dinero de las personas contribuyentes.
Las iniciativas difieren en el recorte al número de diputados y senadores. Mientras la iniciativa oficial quiere que la Cámara baja se reduzca de 500 a 300 asientos, el proyecto Monreal propone recortarla solamente en 100.
También en que, mientras el presidente insiste en eliminar los asientos plurinominales y que sea la representación proporcional el único mecanismo para la integración de esta Cámara, Monreal se imagina una reducción a la mitad de los asientos plurinominales. AMLO añade una innovación provocadora: quiere eliminar los distritos electorales las cinco circunscripciones regionales para sustituirlos por 32 circunscripciones estatales, de tal manera que los partidos presentarían sus postulaciones a través de listas cerradas, una por cada entidad.
Por último, ambas pretenden disminuir el número de asientos en el Senado de 128 a 96. También se fijan topes para el tamaño de los Congresos locales y los cabildos municipales.
Este conjunto de reformas es tan amplio que en verdad se estaría perfilando un nuevo acuerdo político constitucional que requeriría de la mayoría en ambas cámaras, mismo que después de la ampliación de las fuerzas armadas se antoja posible.
Sin embargo, el encontronazo ideológico entre Monreal y el presidente de la república se proyecta como una batalla de resultados limitados, lo que sin duda explicaría la naturaleza de los ataques a Monreal y que se predice como la posibilidad de su renuncia a la coordinación de los senadores al encontrar en esta batalla ideologica los argumentos posibles para plantearle al país dos proyectos de nación.
Uno que vaya por desmoronar el INE buscando que se controlé y se centralice la vida democratica de las entidades federativas en un solo órgano quitándole la independencia administrativa y judicial al órgano electoral y al tribunal electoral.
Y por otro lado un reforma que preserve el carácter democrático del INE reduciendo los gastos en materia de prerrogativas de los partidos y reduciendo los escaños en los consejeros y los magistrados, pero sin trastocar la formula para la elección de diputados de representación.
Por lo que en unos días está coyuntura se antoja como la manzana de la discordia, no por la oposición convertida en alianza sino al interior de Morena lo que desarticularía la posibilidad de un debate profundo y quedaría como un jalón de orejas a Monreal o más “Martes del Jaguar”.