Para Donde Oscila el Péndulo
Tecámac vivió los embates del clima político en el informe de gobierno de la morenista Rosa Yolanda Wong Romero, producto -sin duda- de enseñanzas propias de un movimiento que no ha aprendido a institucionalizar la disputa, pero que cuenta con el respaldo social.
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El municipio de Tecámac, vivió en 7 años una transformación urbana y social innegable en el periodo de Mariela Gutiérrez, solamente comparable con la llegada del fraccionamiento “Los Héroes de Tecámac” (SADASI) que pobló masivamente a mediados de la década de los noventa la localidad iniciando en el trienio de Eduardo Bernal y pasando por los gobiernos de Ismael Germán, Aaron Urbina y Octavio Germán.
El impacto social y urbano de las dos administraciones de Mariela, se pueden comparar con la importancia que tuvo la publicación en 1993, en el gobierno de Emilio Chuayffet del decreto en favor de la creación del parque Sierra Hermosa.
El cambio urbano y social impulsado por Mariela Gutiérrez, dignificó el espacio público y consolidó desde Sierra Hermosa un pulmón solo comparable con el bosque de Chapultepec y el parque Naucalli, además de reagrupar una nueva lógica política que consolidó un modelo que rompió las inercias existentes durante años en la municipalidad, abanderando la candidatura de Morena, tras buscarla alcaldía desde el PRD.
El efecto electoral de 2018, permitió a Morena ampliar su base electoral, y generar alianzas en el cabildo de Tecámac, todo apuntaba a que la clase política de Morena vendría a encabezar una larga estadía en un municipio que no habría probado a la izquierda al frente de su gobierno local.
Gutiérrez Escalante, además estuvo inmersa en la planeación urbana del aeropuerto internacional Felipe Ángeles (AIFA), desde Tecámac que -sin duda- es la puerta específica a la decisión que tomó el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM), el cuál estaba construyéndose en los terrenos del ex lago de Texcoco.
En esas condiciones el trazo político y la coyuntura Estatal y Nacional y su cercanía con Mexiquenses de Corazón, dieron a Mariela Gutiérrez, la posibilidad de buscar primero participar en el proceso interno de Morena para la gubernatura del Estado, y después como candidata al senado, consolidando un liderazgo regional, al cual no se le podría escatimar opinión en la sucesión municipal, misma que se decantó a favor de Rosi Wong.
La lógica dictaba que este equipo conocido como grupo Tecámac, se compactaria tal como sucedió en su momento con el grupo Texcoco, y buscaría mantener un status que permitiría sumar a alcaldes de la región y posiciones para alcanzar en el mediano plazo un peso específico en el ecosistema político de Morena.
Sin embargo, la conformación de equipos en Morena aún no ha aprendido a evolucionar en la consolidación de una clase política que concrete alianzas sin necesidad de pulverizarse, no es su lógica partidista, no está propiamente en su naturaleza.
Morena mantiene el eslabón de la tribulogia que se entiende propiamente como el mandamiento de un libro bíblico: “De las tribus originarias, nacerán nuevas tribus que desterraran a las anteriores y ellas desconocerán su orígen aliándose con los jefes de otras tribus para que no pretendan recuperar su poder”.
Ante ello se da la necesidad de generar un nuevo orden político en Morena, mismo que pueda dirimir la transferencia del poder público, y el liderazgo político preservando la gobernanza y la paz social, sin trastocar a los notables.
“El informe”, competencia de porras y el llamado al orden de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez
Mariela Gutiérrez irrumpió con el derecho de ser la fundadora del movimiento en Tecámac, y por no ser invitada al primer informe, flanqueada por el diputado Samuel Hernández y un grupo de personas, quienes quitaron vallas y se abrieron paso entre los policías y los invitados, instalándose en primera fila desde donde la Senadora escuchó los argumentos de la alcaldesa, misma que hasta hace unos días era parte de su equipo político.
En el templete la alcaldesa Wong Romero, no reparó en señalar: “trabajo por y con la gente, a pesar de la violencia política de género que ensombreció mi primer año de gobierno”, situación frente a la cual apeló a la libertad y la dignidad fundamentales para el ejercicio pleno de sus derechos y obligaciones.
La alcaldesa aprovechó la presencia de la gobernadora para agregar: “El gobierno debe funcionar y servir a todos, no solo a la estructura de un partido o de un equipo político. Tengan por seguro que no les voy a fallar y que las decisiones que hemos tomado son para bien del pueblo y de las familias de Tecámac”.
Ese trazo también lo ofreció la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez, al arropar a la actual alcaldesa en el discurso político; y en los hechos, Rosy Wong entendió entonces que a partir de esta hora, sería ella la depositaria del poder político y de las decisiones del gobierno municipal.
Sin embargo, también es preciso señalar el derecho que tiene de la Senadora de buscar retener el liderazgo político en Tecámac, pero la realidad es una y esa se dibujó en el discurso de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, “Tecámac está más allá de intereses y protagonismos”.
Cabe señalar que ahí estaban, (como hace mucho tiempo no se veían) a casi todos los ex presidentes municipales y actores de peso específico en Tecámac, aquellos que desde 2018 habrían sido prácticamente desterrados del paraíso: Eduardo Bernal, Rocío Díaz, Octavio Germán, Suelen Bernal, Lili Urbina, Óscar González, Carlos Galindo y Patricia Galindo, Rogelio Alarcón, y Gaspar Ávila, entre otros.
La gobernadora fue como es su estilo: recatada pero especifica: “Es una demostración de porras o es un informe, lo digo con mucho respeto, porque Tecámac merece un respeto, y Tecámac más allá de diferencias e intereses y protagonismo, tenemos que anteponer el bien de Tecámac. Tecámac no nació ahorita y cada autoridad hizo lo propio por eso decir que estoy con X o con Y, saben que no nos va llevar a nada más que a una división y que es lo que va pasar que al rato a mi vecino no le voy a hablar”.
Morena continuará en Tecámac?
La pregunta da pie al segundo mandamiento: ningún jefe de tribu debe regresar a trastocar al nuevo jefe (o jefa de tribu en este caso), para no mostrar debilidad y evitar qué los cercanos a la anterior administración tengan alguna posibilidad de retomar las riendas, condenandolos a vivir desterrados o bien hasta que se sumen todos a la nueva tribu.
La elección de 2027 pondrá está lógica primitiva en su lugar y en un ejercicio de aproximación se sabrá si se suman por voluntad o por línea o mas aún por sobrevivencia, de ser así Morena dejará sus diferencias en Tecámac y tocará reinventarse en su propia lucha interna para mantener el gobierno municipal o de otra forma estarán condenados a pulverizarse ellos mismos.