Por: Alejandro Carrillo.
**No se hicieron pruebas suficientes, ni se realizó un despliegue matemático o control estadístico que precisará el comportamiento del Covid-19 en nuestro país.
**Está pandemia nos enseño que los años de esperanza, no valen de mucho cuando no hay un líder moral que pueda sacar adelante a un país con el ejemplo.
Valle de México.-Es impensable que el gobierno federal diga que se llevaron a cabo acciónes contundentes en la pandemia recordemos que “El elogio en boca propia es Vituperio” y tan solo pensar que el control de daños se darían por una declaración del presidente “curandose en salud”, deja ver la mediocridad intelectual de este gobierno.
Los datos arrojados por el “Sistema Centinela” implementado por el gobierno federal, para llevar a cabo el análisis de datos para conocer el comportamiento del Covid-19 en nuestro país, se ha visto rebasado, debido a que las condiciones de implementación de las políticas de prevención y la toma de desiciones han sido erráticas e insuficientes.
Se suma, que no se tenían indicadores reales que pudieran sustentar planes de adquisicion de insumos médicos, compra de medicamentos e incluso planes para la cremación de cuerpos y más aun el control de descesos que salvaguardara a la población.
Se tomó como una receta las indicaciones de la OMS, desde el centinela, los ventiladores, los cadáveres, el sistema de salud se concentró en cumplir, pero no nos atrevimos a hacer lo suficiente, no sabemos si tuvo que ver el colapso en las finanzas por la caída de los precios del petróleo o que “el gobierno administro los daños” y “no se ocupó por materializarse en salvaguardar a los individuos”.
En la conferencia del día de ayer las autoridades de salud dieron a conocer que este martes la cifra de ocho mil 134 las personas fallecidas por coronavirus SARS-COV-2 y 14 mil 718 casos confirmados activos de la enfermedad (en los últimos 14 días).
Señalaron que los casos confirmados ascendieron a 74 mil 560, así mismo que los casos sospechosos acumulados de la enfermedad COVID-19 aumentaron a 31 mil 878 y lo más grave en un solo día se dió la muerte de 501 Mexicanos, como si fuera un hecho natural, cómo si se hubiera hecho algo para evitarlo o fuera el destino manifiesto de esos mexicanos que perdieron la vida, tal y como sucedió con los niños sin tratamiento para el cáncer, o los migrantes en hacinamiento.
México ha sido rehén de tecnócratas pero a este gobierno no le interesan las cifras.
Al margen de que los datos matemáticos y estadísticos no existieran, lo más lamentable es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, fue omiso desde el inicio de la epidemia.
La pandemia era una ola que desde diciembre sabíamos que iba a llegar a México, sabíamos los estragos que causó en Europa, lo que estaba haciendo en La Unión Americana, pero mantuvimos los ojos cerrados y los oídos sordos, pensamos que no iba a llegar la ola que tiene 10 días arrebatando vidas sin parar y sin un horizonte real de disminución.
El gobierno federal omitió los controles en las fronteras, puertos y aeropuertos, así como la falta de seriedad en la implementación de criterios como el uso de cubrebocas.
Sin pruebas médicas en la fase 2. No sabíamos que iba a pasar cuando se perdiera el hilo de los contagios externos, cuando llegaron los contagios locales, la negación de un gran número de contagios desubicó al gobierno federal.
Entonces, cómo podríamos saber cuál era el comportamiento real del ritmo de contagios?, Cómo se podría saber cuándo disminuiría la incidencia? No teníamos como los chinos un software en el celular para rastrear los casos y evitar los contagios.
No teníamos un gobierno con filtros médicos, captando nuevos casos, no teníamos un gobierno de la mano con los empresarios y las farmacéuticas buscando insumos e incrementando la capacidad en ventiladores.
Nunca tuvimos un gobierno responsable que mantuviera un mensaje de cuidado responsable, iban y venían los secretarios sin cubre bocas, comprando vinos de mesa, con la necedad típica de la ignorancia y la irresponsabilidad.
De que nos sirvió la invitación para que Gatell acudiera como invitado al comité del reglamento sanitario internacional?, Sin que hubiera insumos en los hospitales públicos, de que nos servía que se presentará “La nueva Realidad” sino paraban los contagios, si no se sabe hasta cuando?.
La sozosobra y la falta de sentido común, son los síntomas de este gobierno, más aún arrastrar a las instituciones de México, para volverse comparsa, de una malograda transformación que se quedó inherte durante la pandemia.
Nunca se vio al presidente en las instalaciones que la SEDENA puso a disposición de los enfermos de Covid-19, menos aún al secretario de salud en el INER o la RAZA supervisando que los insumos fueran suficientes.
El divorcio del presidente con alguna parte de los empresarios, los gobernadores, los servidores públicos, los especialistas médicos, los bancos, los periodistas, los actores y cineastas y de pilón con los legisladores al pretender imponer una reforma para poder modificar los fondos públicos y los fideicomisos al albitrio presidencial puso a la 4ta transformación a la pared, pero con la intención de blindar los años de gobierno por venir, apostaron por una narrativa de fantasía.
Ese es el peor error de Andrés Manuel, la pandemia nos deja a muchos, sin familiares que votaron por el y no creyeron nunca en el Coronavirus, veían en AMLO al líder mesiánico que transformaría con el ejemplo de Juárez y Madero la vida pública del país, no usaban cubrebocas, no lo necesitaban, pues como repetía el coro en campaña “Es un honor estar con Obrador”, acudieron a sus mítines políticos, y ahora que no sabemos cómo salir de esta crisis ya no volverían a apostar por el oriundo de Macuspana.
Ahora que el petróleo no es un negocio del futuro ya no apostaremos por combustibles sustentables, muchos ya no apostarán por la ruta del joven que cerró los pozos petroleros y una foto de un piedrazo lo hiciera famoso.
No apostarán, por quién aseguró en el primer año un crecimiento por lo menos del 2 porciento hasta llegar al 6 porciento, como venía sucediendo de forma sostenida por más de una década.
No apostarán, por quién dejó que el vacío de la legalidad hiciera famosos a los Capos del Narco que entregaron despensas con nombre y apellido, mientras Miles de mexicanos perdían la vida por no haber articulado algún apoyo alimentario o médico para cambiar su realidad en la pandemia.
No apostarán por quién aseguró que con el Insabi habría medicamentos suficientes, que rebasaría al seguro popular, impuesto por los conservadores. Hoy el sistema de salud en estás condiciones mantiene a cientos de médicos con el alma en un hilo por el riesgo de contagio.
No apostarán por quién dejó de hacer lo importante en la Pandemia, al que nunca se le vio impulsando un cambio en los hospitales públicos, a quien dejó en total estado de indefensión a los usuarios del transporte, a los policías, a los reos, a los comercios.
Está pandemia nos enseño que los años de esperanza, no valen de mucho cuando no hay un líder moral que pueda sacar adelante a un país con el ejemplo.