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Para Donde Oscila El Péndulo
Puerta Falsa, se acabaron los abrazos PRI pide balazos para atender inseguridad.
La propuesta para impulsar una reforma a la ley federal de armás y explosivos, para que la ciudadanía pueda acceder a más armas y de mayor calibre y con ello según su tesis “Poderse defender de la inseguridad”, por parte del PRI de Alejandro Moreno Cárdenas, se da enmedio de una lucha interna para adelantar la convocatoria y con ello renovar el comité nacional el próximo año, y ceder al comité entrante la negociación de la alianza en 2024, exigencia que es parte de la llamada a cuentas por parte de los expresidentes y líderes Morales del PRI, quienes piden la salida adelantada de Moreno Cárdenas, ante la falta de resultados electorales y ante las posibles investigaciones que realizan sobre su patrimonio.
Llama la atención que en está ocasión el líder del Revolucionario Institucional no sumo al PAN y al PRD, para avalar está iniciativa que claramente necesitaría de los partidos de la alianza para poder impulsarse en la camara de diputados y el senado de la república, poniendo de relieve la coyuntura de si está propuesta realmente contará con una métrica para hacer posible su aprobación, o solamente es una puntada para hacerse presente y cambiar la narrativa al negar una segunda reunión con los líderes del PRI, para insistir en su salida adelantada.
Además que está medida se torna complicada para salir de la crisis de inseguridad, y de violencia en la que está inmerso el país, y lamentablemente abriría una puerta falsa para la entrada de miles de armas, que podrían complicar el panorama de seguridad en el país donde hay que aceptar que existen territorios completos tomados por el crimen organizado.
La posibilidad para la adquisición de forma masiva de armamento de alto calibre, no representa una garantía para que las condiciones de seguridad y de violencia disminuyan, cómo sucede en el vecino país del Norte, dónde cada vez son más comunes los ataques y muertes de civiles por el acceso indiscriminado a armas.
La sola propuesta, pondría de manifiesto la poca seriedad para la implementación de un nuevo modelo de seguridad pública, y se optaría por armar a la población, indiscriminadamente, lo que podría provocar un acceso aún mayor del crimen organizado para responder contra la población, para igualar fuerzas contra la propia población civil.
Mientras el Estado Méxicano, no plantee la posibilidad de asumir su responsabilidad para brindar “Legalidad” a las familias y combata desde los diferentes flancos a la delincuencia, pasando por detectar sus activos, utilizar la tecnología para ubicar sus centros de operaciones, y capturar a los principales grupos en el territorio, armar a la ciudadanía sería tanto como darle una pistola a un niño y confiar en que se va a a defender.
Ahí es donde lamentablemente los partidos de oposición no han sabido plantear un proyecto alternativo de nación, que se oriente por los conocimientos científicos y tecnológicos para la resolución de problemas mediante el uso de estrategias progresivas y territoriales que tengan que ver con el uso de la ley para asegurar que el Estado garantice el control con estado de derecho del país.
Tal parece que la oposición, encabezada por este PRI de Alito Moreno ya aprendió y ahora guía las propuestas tal y como el presidente de la República con la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la construcción de la refinería en dos bocas y los abrazos no balazos, “sin evidencia científica o técnica”, de qué este sea el camino para la recuperación de la seguridad en el país.
“No es con abrazos, pero tampoco es con balazos”, cómo el país va a salir de esta espiral de violencia; es con el uso de una estrategia de inteligencia que permita al estado consolidar, lo que la ignorancia desestimó y desechó, cómo las áreas de inteligencia, los archivos de investigación y seguridad nacional.
Desde las primeras instituciones encargadas de temas de información política y de inteligencia, prácticamente desde 1918 con la Sección Primera de la Secretaría de Gobernación en la época del Presidente Venustiano Carranza, hasta llegar a aquella institución de la Dirección Federal de Seguridad, surgida en 1948 y el Departamento de Investigaciones Políticas y Sociales, después de Dirección Generales de Investigaciones Políticas y Sociales (IPS), el Estado Méxicano, guardaba áreas específicas para conocer el mapa delictivo, los conflictos sociales y sindicales, así como los posibles levantamientos armados y religiosos, además de conocer “si” mediante las llamadas orejas, la vida de los partidos, los medios de información e incluso las propias corporaciones policíacas.
La Federal de Seguridad e Investigaciones Políticas y Sociales se fusionaron en 1985, al frente de Fernando Gutiérrez Barrios, creándose la Dirección de Investigación y Seguridad Nacional, que en 1989 pasaría a ser el CISEN. Y a partir de este 2019 el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, promovió la extinción del CISEN para dar paso al Centro Nacional de Inteligencia, craso error que se presiente un movimiento calculado para borrar evidencia histórica de una tregua con el crimen organizado.
La policía política y de inteligencia con sus diferentes acepciones en México era la institución que dotaba de la información del mapa delictivo, de los modus operandi y las identidades de los grupos que se dedicaban o en su caso las de sus descendientes, quiénes se han dedicado a la comisión de los diferentes delitos en el país.
Esta policía que mantenía la información acerca del funcionamiento del crimen en el país fue desmantelada, so pretexto de evitar espionaje a los actores políticos, otra vez en “una corazonada”, que rindió dividendos electorales y apoyaría la narrativa de un Estado Méxicano que guardaba áreas dedicadas a la represión y la información política, probablemente “cierto” en alguna medida, pero no como “un dogma fanático”, pues mucha de esa información permitía la toma de desiciones por medio de “argumentos y evidencias”, no como ocurrencias de un solo hombre desde el atril mañanero.
Este gobierno extinguió entonces posibilidad de mantener infiltrados elementos del Estado, en los grupos del crimen con la intención de conocer el funcionamiento en materia criminal del país, también de conocer las entrañas de los partidos, los sindicatos, los Gobiernos Estatales y Municipales, así como a las empresas paraestatales y con ello poder saber las rutas del dinero y las complicidades entre el poder y el crimen, con ello poder incidir en la gobernabilidad de la nación.
A la par este gobierno debilitó a las instituciones no solamente a las áreas de inteligencia, también a las policías, desmontando la Federal de Caminos, quitándole movilidad a la Ministerial Federal, desmontando la gendarmería nacional y poniendo fin a la Policía Federal.
Con ello en lugar de lograr una política eficiente para el combate tan repetidamente planteado para señalar la guerra de Calderón y la estrategia del gobierno de Peña como las causas principales del incremento en la violencia y el avance en el control de territorios, posibilitaba una respuesta diferente, que acabó con “Abrazos y no Balazos”, y con ello abandonar la causa primigena de la existencia del estado.
Esta desicion, abandono la posibilidad para blindar las instituciones contra la corrupción, lo que pone en entredicho al gobierno obradorista por desmantelar los organismos para el combate al crimen y con ello cimentar una tregua vedada con los narcos y el crimen organizado, apoyado con la creación de la llamada Guardia Nacional, la cuál nunca salió del ejército, más aún el ejército absorbe a los elementos de las corporaciones federales, para obedecer al mando supremo, en lugar de apostar por una polícia tecnológica y planteada desde una perspectiva de capacitación y transparencia.
La amnistía gubernamental fue confeccionandose progresivamente al no permitir ninguna captura importante ni extradición, ni el desmantelamiento de sus estructuras, por el contrario es visible la falta de acciones para resguardar y controlar los territorios en el país, incluso con la desaparición del Estado Mayor, toma fuerza la teoría de que serían los propios grupos del crimen organizado quiénes protegen al presidente cuando acude a los Estados dominados por la Delincuencia, con ello se explicaría su paso con absoluta tranquilidad por Badiraguato, después del Culiacánazo.
Esta tregua estaría por encima del Estado mismo, lo que está generando mayor número de ejecuciónes y desapariciones, por lo que armar a la gente no es sinónimo de que está tregua acabe.
Por el contrario más armas podría generar mayor número de muertos, de por sí una espiral que va aumentando con los años y que sube de intensidad, con ejecuciónes cada vez más sangrientas, con ejemplos de crímenes a corazón abierto, con la desaparición de Miles de hombres y mujeres.
México, no puede ser presa de ocurrencias mañaneras, y menos aún de salidas falsas, las soluciones mágicas no existen, debemos transitar por la aplicación del estado de derecho sin simulación, caiga quien caiga, además de incrementar el trabajo duro en las cárceles y cambiar la narrativa para que el gobierno se desligue del crimen y no siga este apapacho malsano.
Es como cuando llega el primo incómodo a tu casa por un favor, y después de seis años ya entra y sale de tu propiedad con toda la autoridad de dueño, sin seguir las reglas. Con la diferencia que esté primo esta armado compra elecciones y cobra derecho de piso, trafica con mujeres y migrantes, tiene laboratorios de drogas y trasiega drogas en tu casa, tu ante la desesperación de no saber que hacer le pides a tus vecinos que consigan armas para defenderse de tu primo, cuando la verdadera solución es que tú pongas orden y no lo recibas con abrazos.