
Luis Ayala Ramos
Los Reyes la Paz, Edoméx. – La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) ya tipificó como violencia familiar las agresiones que sufrieron dos menores de edad, de 6 y 4 años, a manos del padrastro identificado como Jorge Alberto “N”. Los niños, cuyas identidades se resguardan con las siglas E.G.G.F y S.A.G.F, relataron que eran golpeados, humillados y torturados diariamente, llegando incluso a presentar quemaduras de segundo grado.
Según los relatos de los menores, el agresor los castigaba con encendedores y los obligaba a poner sus manos sobre el comal si las tortillas no se calentaban correctamente. Además, la niña de 4 años era sumergida en botes con agua helada como forma de castigo.
La madre de los menores, Estefany “N”, admitía y permitía los castigos, argumentando que eran métodos para “educar y corregir” a sus hijos. Los abogados de los niños señalaron que los menores también recibían golpes por parte de la hermana del agresor cuando quedaban bajo su cuidado.
El abuelo materno de los menores solicitó la custodia de sus nietos y exige que se aplique la sanción correspondiente a los responsables. Los niños se encuentran bajo el resguardo del abuelo, Jorge Manuel González Montaño, quien actuó tras percatarse del maltrato y coordinar con el padre biológico para denunciar la situación.
El domicilio donde ocurrieron los hechos se encuentra en la calle Prolongación Rosales, Colonia Ejidal El Pino, en Los Reyes La Paz, Estado de México, el mismo lugar que fue escenario del caso mediático del niño Fernandito.
Las autoridades continúan con la investigación, y se espera que Jorge Alberto “N” enfrente cargos por tortura, lesiones y violencia familiar, mientras que la madre podría ser procesada por omisión y complicidad en el maltrato infantil.
Los menores presentan lesiones visibles que podrían dejar secuelas físicas y emocionales de por vida, y la FGJEM confirmó que se brindará atención psicológica especializada para su recuperación.
Abogados y familiares insisten en que este caso sea un ejemplo de que la violencia infantil no debe ser tolerada, y que cualquier acto de crueldad hacia menores de edad será perseguido penalmente.
El caso ha generado indignación entre los vecinos y organizaciones de protección infantil, quienes solicitan a las autoridades locales reforzar la vigilancia y medidas de prevención para evitar que más niños sufran abusos similares.
