
Para Donde Oscila el Péndulo
San Pedro Garza García, municipio reconocido por su alto nivel de desarrollo, encontró en Mauricio Fernández Garza un alcalde que destacó por su estilo directo y polémico. Empresario, coleccionista de arte y político, Fernández ocupó en varias ocasiones la presidencia municipal, dejando un legado que continúa siendo referente en el debate sobre gobernanza local.
La Seguridad con sello propio, por encima de cualquier cosa.
Uno de sus principales logros fue en materia de seguridad. Durante su gestión, implementó un modelo basado en inteligencia municipal, tecnología de vigilancia y operativos especiales. Las medidas, aunque controversiales, redujeron significativamente los índices delictivos en San Pedro, posicionándolo como uno de los municipios más seguros del país.
En más de una ocasión, Fernández defendió su estilo con frases contundentes: “Yo no vine a quedar bien, vine a dar resultados”, declaró al justificar sus estrategias de seguridad.
Este enfoque ha sido comparado con el del exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien aplicó la política de “cero tolerancia” en los años noventa. Ambos recibieron críticas por un estilo duro, pero también reconocimiento por los resultados tangibles.
Mauricio Fernández impuso en San Pedro Garza García un modelo urbano a favor de la calidad de vida
Fernández también impulsó la regulación estricta de la construcción para evitar el crecimiento desordenado. “San Pedro no puede ser Monterrey; tenemos que cuidar lo que nos hace diferentes”, afirmaba al explicar por qué defendía un modelo urbano exclusivo, orientado a preservar la calidad de vida de los habitantes.
En contraste, figuras como Pasqual Maragall en Barcelona apostaron por la expansión y apertura de la ciudad al mundo, especialmente en el marco de los Juegos Olímpicos de 1992.
La Cultura y patrimonio como una mirada de su legado
La faceta de Fernández como coleccionista de arte influyó en su gestión. Impulsó proyectos culturales y de preservación histórica, con la convicción de que “la cultura no es un lujo, es una necesidad para formar mejores ciudadanos”.
En este aspecto, su perfil se aleja de otros alcaldes como Enrique Peñalosa en Bogotá, quien se enfocó en infraestructura y movilidad urbana antes que en el impulso artístico.
“El tío Mau”, Un estilo controvertido.
La trayectoria de Fernández se caracterizó por la franqueza. A diferencia de líderes que priorizan el consenso político, optó por declaraciones directas que en ocasiones incomodaban a sus críticos. “Prefiero hablar claro, aunque a muchos no les guste”, solía responder ante la polémica.
Su figura muestra cómo el liderazgo municipal puede adoptar formas diversas: desde la mano dura en seguridad hasta la defensa del patrimonio cultural, colocándolo en un punto intermedio entre los modelos de Giuliani, Maragall y Peñalosa.
