
Redacción
Cuautitlán Izcalli, Estado de México. – A través de la Dirección de Medio Ambiente y Sustentabilidad, el Gobierno de Cuautitlán Izcalli, implementó un proyecto para mejorar la calidad del agua en las cinco lagunas construidas de forma arbitraria en el Lago de Guadalupe, conocidas como “corredor polinizador”, las cuales fueron clausuradas por la PROFEPA en abril pasado debido a daños ecológicos.
“Tenemos la perspectiva de que son parques, pero no lo son; son áreas naturales protegidas que cuentan con un plan de manejo. A veces surgen este tipo de iniciativas que, al no estar respaldadas por entes especializados y por quienes son finalmente los responsables, pueden terminar generando daños al ecosistema, como fue en este caso”, explicó el alcalde Daniel Serrano Palacios.
En su oportunidad, Lily Chávez Campuzano, titular de la dependencia municipal destacó durante la conferencia El Poder del Pueblo, que se llevó a cabo un tratamiento biológico especializado en estos cuerpos de agua artificiales, que consistió en la aplicación de 2,000 litros de PRO DB, un compuesto de bacterias benéficas vivas no patógenas capaces de degradar grasas, aceites, sólidos suspendidos y materia orgánica, sin dañar el ecosistema.
Mientras que, para potenciar la efectividad de la biorremediación, se realizó el retiro manual de lentejilla y lirio acuático, además de una aireación previa en cada vaso para permitir el libre paso de la luz, lo que favorece el saneamiento del agua. Asimismo, se instalaron cinco aireadores solares superficiales de alimentación fotovoltaica, uno por laguna, para mantener niveles adecuados de oxígeno disuelto y optimizar el tratamiento.
Con estas acciones se espera reducir al menos un 50% de la carga contaminante como DBO5, grasas y aceites para mejorar el color y olor del agua, y aumentar el oxígeno disuelto, permitiendo así una recuperación natural del ecosistema acuático.
Es importante indicar, que estos cuerpos artificiales almacenan agua y lodo con un alto grado de degradación y generan gases tóxicos y corrosivos, potencialmente riesgosos para la salud. Esta contaminación ha favorecido el crecimiento de plantas flotantes como la lentejilla de agua y el lirio acuático, que pueden causar daños ambientales al Lago de Guadalupe.
Con estas acciones, el Gobierno de Cuautitlán Izcalli refrenda su compromiso con el saneamiento de los cuerpos de agua como eje fundamental para el cuidado del medio ambiente y la protección de las áreas naturales del municipio.
