![Reconciliación](https://pendulonline.com.mx/wp-content/uploads/2023/04/Reconciliacion.jpg)
Editorial
La reconciliación es un concepto que determina volver a una amistad, superar una enemistad, restaurar la concordia, la armonía o poner de acuerdo a personas que estaban desunidas e ideas que estaban en conflicto.
En el caso de la campaña de la candidata Alejandra del Moral, de la alianza PRI-PAN-PRD y Nueva Alianza, de que forma podría impactar este concepto de la “Reconciliación” duránte los dos tercios faltantes de la campaña.
En la ciudadanía del vasto Estado de México, poseedor de una pluralidad cultural, étnica, económica y social los únicos puntos donde todos tenemos un encuentro, sin menoscabo de la región a la que pertenecemos, en dónde compartimos intereses comunes son en “nuestras más profundas preocupaciones”.
Hagamos un ejemplo ilustrativo de esto; para una familia de Chimalhuacán que llegó hace dos décadas a comprar un terreno por medio de antorcha campesina, la cuál poco a poco ha ido construyendo un patrimonio para una familia integrada por padres que lucharon por calles, drenaje y agua potable enmedio de la nada, familia que hoy tiene en su interior jóvenes, mismos que tienen que trasladarse dos horas para llegar a un empleo que no les proporciona una real alternativa de crecimiento a la ciudad de México ¿que los podría reconciliar con la campaña?.
Por supuesto no es una realidad diferente que las condiciones de una familia Mazahua en San Felipe del Progreso donde se tiene que caminar por varias horas para ir de una comunidad a otra, dónde no existe el tráfico de la avenida López Portillo en Coacalco, pero existe la simpleza de la naturaleza, ahí las tradiciones van de la mano de los valores y las actividades económicas como la orfebrería y la agricultura, dónde la falta de mercados para el turísmo y las artesanias piden soluciones ante la falta de otras fuentes de ingresos razones que son más preocupantes que la reconciliación.
Esa situación que tiene que ver con una familia acomodada en Interlomas que se traslada diariamente a la CDMX a cumplir con sus actividades y regresa por la tarde a una de las zonas más limpias y con mayor seguridad de la entidad, dónde la reconciliación no permea cuando se tiene claro de que lado se esta, pues no hay pelea cuando no se es igual y dónde la reconciliación solo es un término amoroso.
Claro, nada que no se pueda reconciliar desde San Andrés de la Cañada en Ecatepec para quiénes bajar en el mexicable y después en combi hasta indios verdes, es algo de todos los días, dónde compartir la pesadumbre del tráfico y la contaminación por varias horas escuchando el eco de la inseguridad y la falta de alternativas, dónde diariamente hay desapariciones forzadas y venta de pipas de agua para nosotros. ¿En qué se traduce la reconciliación?.
Es ahí en esos muchos Estados de México, dónde se encuentran “Los vasos comunicantes”, por lo que es complicado llegar a pensar que en una campaña de 2 meses la ciudadanía tendría siquiera el interés para entender este concepto “suigeneris” y más aún el significado “profundo” de la supuesta reconciliación, eso no pasará sino se concreta un propósito.
“Inentendible y distante”, la apuesta para hacer homogéneo un concepto “reconciliador”; entre estos submundos que no se conocen, ni se conectan entre sí, pero que comparten problemas no así las mismas soluciones; y que al paso del tiempo con la sobrepoblación se vuelven remotos e inexplorables, entonces ¿cómo pedirle a la gente que entienda la reconciliación?.
Habrá que dejar claro que “la mentada reconciliación” ya se dió con la firma de la coalición PRI-PAN-PRD-Nueva Alianza. Recordando que hubo un acuerdo entre las fuerzas políticas (antes opuestas), esa fue su “real reconciliación“, a la cuál por cierto “nunca” fuimos invitados los ciudadanos.
Sin embargo, un propósito para “la dichosa” reconciliación podría ser el detonante de la campaña de la alianza en estos momentos; y por supuesto que ese propósito pudiera ser el slogan necesario de campaña de la candidata Alejandra del Moral, no es “el cómo” es él “para qué” de la reconciliación, pero visto desde la mirada de la gente.
Aún faltan 38 dias de la campaña, y tomando en cuenta de que además no hay un diagnóstico real de los problemas del Estado de México y menos aún esté haya sido contrastado con el presupuesto existente por vía de dinero propio de la hacienda Estatal y la tranferencia de recursos del gobierno federal misma en la que ha existido una muy grave reducción en los años de la 4T, hay manera de dar un golpe de timón.
Brindar una propuesta más acercada a la realidad y no proponer programas emergentes que dejan al vacío la solución de fondo, tal y como la habría planteado la abanderada de Morena en el debate.
Señalan que el PRI lleva 94 años en el gobierno, pero hay que entender el contexto en el mexico Post-Revolucionario después de la asignación de generales como gobernadores, aquí ya se empezaba a hilvanar la idea de la construcción de obra pública importante para el Edoméx, la asignación de concesiones, la planeación de nuevas ciudades, y la creación de presas, tan solo habrá que recordar que se ideo el sistema Cutzamala desde hace 100 años pues en 1912 ya se planeaba traer agua del río Lerma a la Ciudad de México.
Los primeros gobiernos Post-Revolucionarios se ocupaban de pavimentar caminos, hacer escuelas, poner postes de luz, hacer pozos de agua, vías de ferrocarril, se consolidaba el instituto literario en fin darle sentido a una guerra civil que cobro miles de vidas. Por fin “Nos hacía justicia la Revolución“
Ahora se habla de una revolución pacífica, misma que ha sido auto nombrada la “4ta transformación” y nos seguimos preguntando con que “propósito” para los Mexiquenses, igual que hace cien años pero ahora con el “petate del muerto” nos siguen timando, con una idea más que con un proyecto y con eso hace que nos conformemos. Hay plena conciencia de que la consigna política de impulsar el concepto de transformar como si esta fuera la panacea de la entidad, pero contrasta en la realidad con la baja en las participaciones federales y la falta de nuevos proyectos para la entidad y eso no van a cambiar porque llegue Morena.
Los Mexiquenses nos perdemos en la ignorancia, la falta de memoria colectiva, y sin una campaña que tenga una narrativa de lo que se tiene en la entidad; falta sin duda un proyecto que tenga rumbo para más de 17 millones de habitantes que no solo sea un paraíso de votos para el 2024 y un refugio ante la posibilidad de perder la CDMX para Morena.
En este proceso electoral, la falta de campañas de nivel aún no han intentado informar la situación económica, social, cultural, en materia de movilidad y transporte, en materia de salud y seguridad, etc. de la entidad no sabemos cómo estamos y por lo tanto cualquier propuesta es tomada como “un grito en el desierto”, “cualquier ocurrencia ya es la panacea” y “cualquier desliz hasta se toma como bien intencionado”.
Cabe recordar que aunque en 2018 ganó la izquierda la presidencia de la república se cambiaron la reglas del juego, creando un nuevo paradigma para impulsar un presidencialismo que ya se creía superado y que sin duda encontró en el Estado de México sin oposición un lugar que antes tenía el gobernador en turno.
Y es que el Estado de México, se ve desde la federación, cómo un Estado más, y aunque preciado la principal tarea es el asistencialismo con más de 1.2 millones de beneficiarios, en la búsqueda de una base electoral, “craso error”.
Hace medio siglo el gobernador del Edoméx tenía que pensar en nuevas ciudades, cada vez con mayor visión arquitectónica, dónde se privilegiaran los símbolos y las edificaciones que dieran identidad y certeza social, se creaban grandes trazos cómo ciudad Nezahualcóyotl, la ciudad mejor planeada, en los 70’s se pensaba en concluir el sistema Cutzamala cómo una obra que garantizaría la permanencia del Valle de México por el acceso al agua, se creaba Cuautitlán Izcalli como una extensión de Ciudad Satélite.
Y por ello nos preguntamos dónde está el EdoMéx que creaba grandes sueños con un propósito, la construcción del centro ceremonial otomí, la Ciudad Universitaria, el proceso de regularización de la tierra con AURIS e IMEVIS, el mismo Cosmo Vitral, bueno hasta “Los Tecallis” para la hoy tan popular policía de barrio.
Los gobiernos del PRI pensaban en obras para atender las necesidades futuras de la población como la ampliación del periférico Oriente y la vialidad mexiquense entre Tultitlán y Ecatepec, la ampliación de la México Puebla y la México Pachuca, se discutía la creación de municipios como Tonanitla y Luvianos, se pensaba en hacer turístico Teotihuacán y en darle vocación agrícola a Axapusco con el boom del nopal.
El EdoMéx con visión que promovía un programa de reemplacamiento para transporte público, y unió los impuestos de tenencia y verificación para plantear un sistema más eficaz en el cuidado ambiental, el cuál se copió en la CDMX.
Dónde quedó el EdoMéx que planteó el tren suburbano, el túnel emisor oriente, que hizo el circuito exterior y el viaducto elevado, el que tenía un PRI que impulsaba a su gobernador como presidente de la república, el segundo después de López Mateos.
La reconciliación de todos los sectores sociales también tiene que ver con los medios de comunicación, a los que por cierto urge que la candidata vea como aliados ante la sociedad para hacer llegar sus propuestas, no como un instrumento de las dobladas mentes de su equipo de campaña que no son del Edoméx, ni lo han vivido, ellos si necesitan la reconciliación pero con su origen.
Tal vez para la candidata, es momento de un replanteamiento, porque no a todos permea la necesidad de ser valientes o de reconciliarse cuando está como dice ella misma el futuro del país en esta elección.