Editorial
El hilo siempre se rompe por lo más delgado y aunque se supone que existe una curva de aprendizaje por parte del gobierno mexiquense a casi un año de administración, no se entiende la tardanza y el desatino, lo que sucedió en Chalco es muestra de la capacidad de la ciudadanía de tolerar el abandono.
En los barrios ricos de la CDMX se habla de la “gentrificacion” para que la comunidad y la industria inmobiliaria expulse a sus habitantes tradicionales debido a un aumento en el costo de la vivienda por la intervención de espacios públicos con nueva inversión, lo que vuelve elitistas a zonas de alto nivel adquisitivo.
El caso contrario queda claro con el término “Chalquificacion” que tras este fenómeno de tolerancia irreal de contaminación y abandono, donde el presidente de la república se niega a acudir a la zona desastre y dónde a pesar de los días no es posible limpiar las calles de agua para no trastocar la investidura presidencial, deja en claro que los habitantes de Chalco son claramente discriminados y mantenidos en el abandono, fenómeno gubernamental mediante el cuál además se busca normalizar el hecho.
Tras la votación de 2023 y 2024 el Estado de México, pasó a ser prácticamente un territorio de militantes y simpatizantes de la denominada 4T, ello a pesar de las advertencias múltiples de mantener un equilibrio entre los partidos políticos tradicionales y la llamada transformación.
Ante un fenómeno natural de lluvias intensas en diversas zonas del Valle de México, el caso de Chalco es icónico por las consecuencias entre los habitantes de colonias populares que sufrieron con un incremento de más de un metro del nivel del agua, el cuál subsecuentemente se mantuvo por más de dos semanas y que perjudicó la vida, el patrimonio y la salud de cientos de habitantes.
Ante la indefensión en un sentido casi de una conducta de esquizofrenia vecinos optaban por defender los programas sociales que llegan a sus casas haciendo creer que es más importante la lana del bienestar, que la inversión pública en materia urbana e hidráulica.
En ese sentido el fenómeno meteorológico en Chalco y sus consecuencias son clara muestra de esta política del Estado no ha terminado de atender los temas urbanos en las regiones desprotegidos y al fallar la infraestructura hidráulica, la limpieza de cauces y ríos, así como la falta de planeación urbana con lo que pretenden normalizarlo diciendo que es parte de la naturaleza, del pasado e incluso de obras inexistentes óptica que bien podría no cambiar en los próximos años.
En un video en el que se muestra una conversación entre uno de los habitantes de Chalco de la colonia jacalones con la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, durante el recorrido de la semana pasada puso de relieve que la gente aún se siente identificada con la votación por Morena, señalando incluso que habría pagado a sus propios conocidos para votar por el partido guinda.
Así el diálogo con los vecinos de #Chalco y la gobernadora @delfinagomeza durante su visita en la zona de afectaciones por las inundaciones
La Sillas Rota pic.twitter.com/6ZPpGyifWe— péndulo_revista (@revista_pendulo) August 20, 2024
Cuestionamiento que vino de la mano de un “El PRI era más rata que ustedes, pero por lo menos resolvía”, después de 18 días de inundaciones en una situación precaria y sin ningún tipo de apoyo para la reconstrucción y la solución de fondo en la zona el reproche del ciudadano sonó sin duda a una conducta de riesgo que tiende a normalizar el abandono por la frustración.
Este cuadro social es sin duda, tema de estudio y preocupación por lo que incluso ya se podría hablar del “Síndrome de Chalco”, como una conducta de baja autoestima, y la necesidad de sentir apapacho con su verdugo y además defender los apoyos del bienestar por encima de la dignidad.
El Síndrome de Chalco es muestra de que tan lejos pueden llegar en la disociación de la realidad, que junto con una carga ideológica, puede mantener a miles de personas en condiciones insalubres con calles anegadas y siendo excluidos de los programas para su reconstrucción, sin apoyos y aún así estar contentos.
El Síndrome de Chalco, describe perfectamente una relación que se está gestando en la sociedad mexicana, y su gobierno, la cuál esta impulsando una narrativa de aguantar por encima de todo incluso de la propia dignidad y la salud por ser parte de la transformación.
Ahora con la reforma judicial, los planteamientos para la perdida de oportunidades para acceder a la justicia de forma permanente y gratuita, garantizando la imparcialidad en los criterios de los juzgadores, incluso para la presentación de amparos pone en la mesa la existencia de un adormecimiento social insano.
Al respecto se suma la desaparición de 7 órganos autónomos en la cámara de diputados con mayoría de Morena en la legislatura, con criterios de mayoría calificada.
En fin estamos ante una lógica social que se queda develada para la historia como un hecho que denigra y perfila lo que podría ser una normalidad, la tolerancia y la resignación de un Estado más desprotegido.