Editorial
Tras el anuncio de la rifa del avión Presidencial el 15 de septiembre muchas han sido las aristas que ponen en tela de juicio la forma en que se estan buscando los recursos públicos para pagar la aeronave.
Desde el principio de la campaña de 2018 el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló lo honeroso que resultaba tener en propiedad un Avión de tales características, por ello una vez tomando posesión del cargo indudablemente lo vendería.
El avión paso más de un año estacionado en Victorville en El estado de California en espera de que alguien se interesará por la aeronave, denominada TP01 José María Morelos y Pavón pagando gastos de mantenimiento y de resguardo.
Sin embargo, ante la falta de argumentos para su permanencia en California el avión Presidencial “sin poder ser vendido, regresará a nuestro pais”.
En teoría el avión Presidencial tiene un costo de 130 MDD unos 2600 millones de pesos, este sería el costo de recuperación para poder liquidar el leasing que tiene la SEDENA con Banobras, lo que evitaría el pago del avión al arrendatario.
Ahora bien, cual era el objetivo fundamental para la venta del avión Presidencial?; Primero mostrar a la ciudadanía que pensaba en lo honerosa que resultaba la aeronave para un país donde existen altos indices de pobreza este cambio verdadero.
También serviría para mostrar que se podría resarcir el daño con la venta de la fastuosa Areonave; es decir que con la venta del Avión Presidencial la ciudadanía podría ver concretado “el anhelo” de la compra de equipo médico con los 2600 MDP que se obtendrían por la venta del faraónico avión el cual “No lo tenía, ni Obama”.
Segundo, imprimir un nuevo estilo de viajar que pudiera generar una nueva dinámica que una vez “instalada” propiciará “una crítica permanente” a los pasados gobiernos con el traslado en aviones comerciales del presidente y sus secretarios de Estado.
La realidad.
El avión Presidencial es propiedad de Banobras y está en una modalidad de leasing con la SEDENA, llevamos gastados 1833 mdp (millones de pesos) y el gobierno de México tendría que pagar 2700 mdp mas hasta el año 2027; es decir que el costo para el pago total de la aeronave debe de oscilar en los
4533 mdp a esta cantidad habrá de añadirle el 20% que es lo que deberías pagar al final para que el avión sea tuyo en cualquier arrendamiento por un leasing, en realidad el costo real estaría en el orden de los 5500 mdp más los gastos de mantenimiento y resguardo.
Partiendo de esa operación, nuestro gobierno planteó que lo podría pagar con la venta de 6 millones de “Cachitos” con un costo de 500 pesos el gobierno podría recuperar un promedio de 3 mil mdp es decir que si se hiciera la rifa con la venta se tendría incluso una ganancia de 300 mdp.
Pero el presidente Andrés Manuel López Obrador, agregó a la apuesta ahora 100 premios de 20 mdp. es decir que de los 3mil mdp por la venta de los boletos de la rifa se deberían de pagar 2 mil mdp en premios menos impuestos es decir unos 1800 mdp dando una utilidad para el pago del avión de 1200 mdp.
Pero para liberar la aeronave de el leasing tendría que pagar el gobierno de la cuarta transformación unos 3600 mdp, por lo tanto el presidente tiene dos opciones, dar un adelanto del pago de 1200 mdp y con ello bajar el monto o hacer “tres veces la rifa” para pagar el avión Presidencial, al final la aeronave no sería perjudicada, pues los premios se darían de la venta de boletos no de vincularian alguna afectación al leasing del avión.
La otra opción es aceptar que fue “una muy mala idea” la venta del avión Presidencial y usarlo en tareas de seguridad y hasta rematarlo para no sacrificar la confianza social del pueblo de México en Andrés Manuel.
Lo que si es un hecho que quedara escrito en los libros de texto es que si fue una “muy buena estrategia para ganar una campaña”, la rentabilidad para señalar a dos gobiernos de diferentes partidos era fenomenal para ganar adeptos antisistema, dibujaba en gran medida el movimiento de regeneración nacional.Lo volvía una bandera de cambio, lograr que los mexicanos observarán la forma en que se malgastaba el presupuesto.
Pero la campaña “ya pasó” y el avión a más de un año de gobierno no se a podido “vender”, ni “utilizar”, es “un símbolo de la corrupción de dos gobiernos” según el mandatario López Obrador, pero hoy ya se volvió “un lastre” para la administración federal, el avión Presidencial debiera de estar en México para que el “instituto para devolver al pueblo lo robado”, pero como lo podrían devolver?.
En teoría podría “si” hacer su rifa 3 veces para pagarlo aunque se eclipse con los “Feminicidios”; podría venderse a un mejor precio en lo que resta del sexenio lo que es muy arriesgado para las elecciones intermedias, se podría usar para hacer un museo con los lujos de administraciones pasadas o mejor aún se podría donar algún país centro americano para que la riqueza del avión les permita el desarrollo y con ello evitar la migración hacia Estados Unidos y de paso que la exitosa campaña del Donald Trump en busca de la reelección no tome al país como su trampolín.
Hoy, la detención de Emilio Lozoya le da aire al gobierno y a la organización de la rifa pero como “a cada santito le llega su fiestecita”, habrá que esperar llegado el tiempo si alcanzo el dinero y los boletos.
El destino del avión es una incongnita, también es una burla para más de 30 millones de mexicanos que votaron por un cambio verdadero y por la falta de pericia en las alternativas para su venta, pues el problema de que hacer después de la rifa con el avión Presidencial “No lo tiene Ni Obama”.