Coacalco, México.-En los años 70’s y 80’s la clase política padecía una fiebre de incidir en las corrientes de pensamiento critico de sistema, mediante las alianzas con los estudiantes de educación superior.
Y es que a partir de los movimientos estudiantiles de a 1968 y 1971, las Universidades Públicas se convirtieron en semilleros de cuadros de izquierda incluso de la “izquierda más radical”.
Ahora con la crisis económica derivada del coronavirus hace que los estudiantes del TESCO busquen que se puedan mantener las cuotas de inscripción una demanda de hecho legítima.
Sin embargo, cabe destacar que existen personajes obscuros que tratan de lucrar con los movimientos estudiantiles; es el caso de Carolina García diputada de Encuentro Social, quien a tratado de manipular un movimiento limpio de causas honestas.
La legisladora a pesar de ser parte de este gran movimiento de transformación de la izquierda, pretende golpear a las instituciones emanadas de la elección de 2018, apostando al caos incitandolos a realizar acciones fuera de la legalidad, cómo el cierre de vialidades y del propio carril del sistema Mexibús.
Personajes como ella mantienen “una flexibilidad ideologica” que se ve impulsada por un móvil político, ojalá y que el propio movimiento, considere que la diputada puede lucrar con las causas de los estudiantes.
Y más aún que las autoridades educativas, sean observantes de la legalidad y no cedan a presiones políticas que generan posiciones encontradas, respecto de la entrada a la Nueva Normalidad impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cabe destacar que los cálculos políticos rumbo al 2021, hacen que los actores de la localidad incrementen su actividad, aunque en muchos casos la posibilidad de lograrlo sea luchando con un movimiento como este.