OPINIÓN
El primer informe legislativo de la diputada local Carmen de la Rosa Mendoza, realizado en la explanada del palacio municipal de Nezahualcóyotl, no solo fue un evento importante: fue una demostración de fuerza política pocas veces vista en el Estado de México. Más de 7 mil asistentes se dieron cita en el lugar.
Cabe destacar que los asistentes no fueron acarreados ni “invitados obligados”: fue gente que llegó por convicción, por empatía y, sobre todo, porque reconoce en Carmen a una de las pocas figuras que sí les cumple.
Y es que en un escenario donde la clase política suele batallar para congregar a unos cuantos cientos, la diputada logró lo que muchos no podrían ni soñando: convertir un informe en un auténtico termómetro electoral. Y el resultado fue contundente.
Carmen de la Rosa no solo fue una de las diputadas más votadas en el último proceso; hoy quedó claro que también es una de las que mayor respaldo ciudadano mantiene. Y eso, en un municipio tan políticamente activo como Neza, significa mucho. No cualquiera reúne multitudes. No cualquiera mueve estructuras. No cualquiera genera un sentimiento real de pertenencia y confianza.
Lo que vimos en la explanada municipal no fue casualidad. Tampoco fue improvisado. Es el reflejo de años de trabajo territorial, cercanía social y una narrativa que le habla a la gente en un lenguaje que entiende: resultados, no discursos.
Por eso, el informe se convirtió en algo más que un acto protocolario. Fue una postal del futuro. Un mensaje silencioso —pero clarísimo— al interior de su partido y hacia toda la clase política mexiquense: Carmen de la Rosa llegó para competir en serio en 2027.
Porque en política, el respaldo no se presume, se muestra. Y Carmen lo mostró con creces. No solo como una diputada eficiente, sino como una figura con la capacidad de encabezar proyectos de mayor alcance. Si hoy hubiera que apostar por quién tiene la fuerza social, la estructura y la narrativa para dar el siguiente paso, el nombre no necesita pensarse dos veces.
Carmen no solo está bien posicionada: está en su mejor momento.
Y mientras otros se esfuerzan por aparecer en encuestas o buscan reflectores prestados, Carmen ya tiene lo que realmente importa: el apoyo de la gente. El músculo. La presencia. La legitimidad.
El 2027 está lejos para muchos, pero para otros —como ella— ya comenzó. Y si algo dejó claro este informe es que no solo será contendiente: será protagonista.
Lo de Neza no fue un informe. Fue un aviso. Y deberían tomar nota.