
Para Donde Oscila el Péndulo
La alcaldesa de Nicolás Romero continúa estando en el ojo del huracán ante su distanciamiento con la bancada de Morena en el ayuntamiento y ahora por ser la protagonista de un nuevo escándalo.
La alcaldesa menos Morenista del EdoMéx, es la protagonista de un corrido llamado “Yo sé que es la Jefa”, mismo que presume en sus redes sociales como un homenaje a su “ardua labor”, el tema fue realizado por el compositor Juan Pablo Espinoza.
Yo sé que es la Jefa, tiene la foto de portada de la presidenta municipal de Nicolás Romero en su playlist de Spotify, dice en su letra “Es tiempo de las mujeres y su liderazgo quedó demostrado supo ganarse el respeto y la admiración de tantos”, en un ejercicio propagandista, Yoselin Mendoza aplaude el corrido como una muestra de admiración del pueblo.
Lo malo es que precisamente el tema causa revuelo por las formas, discretas y de austeridad que manejan las titulares del gobierno de México, la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo y la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez, quienes por el contrario se han negado a cometer cualquier abuso de la imagen pública para no trastocar la investidura de sus cargos.
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Y sí, es tiempo de las mujeres, pero no de las que se desbocan siendo el centro de atención, sería diferente si por su labor o por un acto heroico fuera distinguida con un corrido como es históricamente que se dan desde la revolución mexicana, estos tributos artísticos a los héroes, no así a los políticos.
Sería por tanto, impensable que justamente cuando se está en una etapa donde los corridos son censurados, por sus letras que en ocasiones hacen apología de la violencia, como en casos como el ocurrido en la Feria de Texcoco con Luis R. Conriquez, que este instrumento trate de posicionar la imagen de la alcaldesa con menos de 4 meses de administración con un corrido a su persona.
Y mas aún sería naturalmente cuestionable que en Spotify existiera un corrido a la presidenta de México o a la gobernadora de la entidad mexiquense, sin un apice de autocrítica y que más aún fueran víctimas de su propio ego, para el anecdotario…