Editorial
Tristes, incipidas y sin propuestas reales transcurren las campañas políticas en la entidad, la apertura a la ciudadanía se basa en una apreciación del cambio de gobierno, como una conquista más que un proyecto.
No sé habla de los temas importantes para la ciudadanía, no hay una narrativa historica en los datos de los gobiernos de los tres niveles en ninguna materia, no existe una autocrítica, y menos aún se interesa a la ciudadanía en su calidad de vida.
Los sentimientos que se alimentan son en dos vertientes fundamentales “El cambio de un régimen” y “la narrativa Anti López Obrador”.
Es así de sencillo es como se va a dar la decisión de los Mexiquenses para ir a votar el 4 de junio, sabemos que la gente que ya decidió su voto lo hizo antes de que se iniciarán las campañas, y los que no han decidido aún lo harán en base a estás dos ideas.
Los Mexiquenses no cabe duda que tendremos el gobierno que nos merecemos, por una parte la continuidad de un sistema político que se defraudó a si mismo y que está en el abandono de su candidata, que carga culpas en lo que se dejó de hacer y alejado de la militancia.
Y por otro lado una concepción de un Estado de México que debe funcionar en base a cartitas que le llegan a una candidata sin un proyecto de gobierno, que por segunda ocasión llega a la boleta electoral, sin la credenciales mínimas de desempeño.
La disyuntiva de los Mexiquenses es igual para ambos lados, debido a que ya no existe ninguna fuente de inspiración, seguir por el camino de alcanzar el primer gobierno de Coalición que no tiene una estructura mínima de proyecto para la entidad, que da tumbos un día si y otro no por la falta de acuerdos para la conducción de una campaña que sume las fortalezas y debilidades de 4 partidos políticos.
El otro camino no se presume como la catafixia de Chabelo, dónde sabías que si te jugabas el premio podrías obtener uno mayor, pues se da en base a ocurrencias de la llegada de la 4T al Estado de México, no hay una descripción mínima de una idea de gobierno, recordemos que en 2017 la maestra brindó por lo menos 4 proyectos para impulsar #RITMO movilidad, #SSANO salud, #TUIIT inteligencia e innovación tecnológica, y #LIMPIO para el tratamiento de residuos sólidos además decía hace 6 años que iban a haber ahorros mayores en el primer año de gobierno de los 40 mil mdp, en esta ocasión con mayor cautela no ha dado a conocer programas y redujo 10 mil mdp el presupuesto que podría disminuir anualmente.
No hay rumbo, Morena hace foros para captar las propuestas ciudadanas de los diferentes sectores de la población, para ir amortiguando la propuesta y sin un método para el procesamiento de estos datos, se pide a la ciudadanía que después de la elección hagan llegar “otra propuesta sólida”, para sobre la marcha ir delineando un proyecto de gobierno, que en todo caso debería de haber estado listo para ser presumido en la campaña, no después de la votación.
En el caso de Alejandra Del Moral, no hay un viraje para consolidar una idea de gobierno, no hay ninguna propuesta de los partidos que integran la coalición, aún no hay objetivos ni fechas para alcanzarlas y en la 5ta semana se apuesta por un reaccionario discurso sin tener claridad para por lo menos darle un diagnóstico a la ciudadanía del estado que guarda la administración.
Así a más de la mitad de la campaña histórica en la que por primera vez dos mujeres contienden por la gubernatura del Estado de México, cargan “como lo dibujo” la ex moderadora del segundo debate la periodista Pamela Cerdeira con la responsabilidad de “Ser Ellas”, de mostrar la capacidad para protagonizar un cambio, o ser comparsa de una inercia en los gobiernos de sus mentores.
El Estado de México, es tan honesto que sabrá decidir entre mantenerse como una fábrica de votos o que él fin de una victoria tenga no una causa, porque en esa tendencia reduccionista es solo por ganar, no en saber que se va a hacer en seis años para cambiar la realidad de mas de 17 millones de personas.
“Si es el tiempo de las mujeres” que se noten en lo más mínimo las ideas de las mujeres, en materia de la interrupción del embarazo, de los derechos de las mujeres, de las condiciones de los penales en la entidad, de la deuda pública, de la rendición de cuentas, del medio ambiente, del destino de los desechos sólidos, de los nombres que integrarán el próximo gabinete, de la construcción de objetivos de un plan de gobierno, de saber los comos, los cuandos y de dónde saldrán los dineros para llevarse a cabo.
El servicio público en el Estado de México, ya fue víctima de candidatos basados en el marketing político, de las ideas de un puñado de sabiondos, de personajes improvisados que en su curva de aprendizaje quedaron a deber, de las prácticas corporativistas, de grupos radicales, de sindicatos charros y nuevos, de cofradías y hermandades en todos los partidos políticos.
Pero nunca han sido víctima de un liderazgo que promueva el desarrollo, y en esta ocasión no será la excepción, no les da para llegar con un proyecto que supere a sus encomiendas cómo candidatas, no se ve que puedan sacudirse a los esqueletos de sus partidos, y menos aún que tengan la voluntad para hacerlo.
Lo que desean los Mexiquenses, no son Juanitas, ni enanas, necesitan mujeres bragadas que no estén supeditadas a la voluntad de un superior, eso es lo mínimo que debe de tener la entidad que en los próximos años, tendrá tres futuros alcanzar a ser el mayor motor de desarrollo para el país en materia económica y de derechos sociales, o pasar a ser una carga para la federación, sino es que la antesala para el modelo de la descomposición social y económica del país… al tiempo.