México.-El aumento de los desplazamientos forzados continúa su tendencia ascendente durante la primera mitad del año y ya supera la cifra de 84 millones de personas a nivel global, según destaca un nuevo informe publicado este jueves por la Agencia de la ONU para los Refugiados. A finales de junio, se registraron 92.100 nuevos desplazados venezolanos en América Latina y el Caribe.
El estudio del organismo de las Naciones Unidas, correspondiente al periodo comprendido entre enero y junio, indica que el alza respecto a los 82,4 millones de finales de 2020 se debe en gran medida a los desplazamientos internos, con un incremento del número de personas que huyen de múltiples conflictos activos en todo el mundo, especialmente en África.
Igualmente, también destaca que las restricciones fronterizas aplicadas por la pandemia de COVID-19 continúan limitando el acceso al asilo en muchos lugares.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados destacó que continúa el fracaso de la comunidad internacional “en la prevención de la violencia, la persecución y las violaciones de los derechos humanos, que siguen expulsando a la gente de sus hogares”.
Además de este factor, Filippo Grandi añadió otra causa al indicar que “los efectos del cambio climático están exacerbando las vulnerabilidades existentes en muchas zonas que acogen a los desplazados forzosos”.
Para la agencia de la ONU, el término desplazado forzoso engloba a los refugiados, los solicitantes de asilo, los desplazados.
Al igual que en los últimos años, diez países acogen a más de la mitad de las personas desplazadas a través de fronteras. A mediados de 2021, Turquía albergaba a unos 3,7 millones de sirios, Colombia a 1,7 millones de venezolanos, Uganda a 923.500 refugiados sur sudaneses y 429.500 congoleños, Pakistán a más de 1,4 millones de afganos y Alemania concedió asilo a 1,2 millones de refugiados, entre ellos 616.300 sirios, 152.700 afganos y 147.400 iraquíes.
El número total de solicitantes de asilo ascendió a 4,4 millones, frente a los 4,1 millones de finales de 2020.
Existe una combinación letal de elementos como los conflictos, el COVID-19, la pobreza, la inseguridad alimentaria y la emergencia climática ha agravado la situación humanitaria de los desplazados, la mayoría de los cuales están acogidos en regiones en desarrollo.
La agencia de la ONU califica de “escasas” las soluciones para las personas desplazadas por la fuerza, ya que menos de un millón de desplazados internos y solo 126.700 refugiados pudieron regresar a sus hogares durante los seis primeros meses de 2021.
“La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para lograr la paz y, al mismo tiempo, debe garantizar la disponibilidad de recursos para las comunidades desplazadas y sus anfitriones. Son las comunidades y los países con menos recursos los que siguen soportando la mayor carga a la hora de proteger y atender a los desplazados forzosos, y deben recibir un mejor apoyo por el resto de la comunidad internacional”, añadió Grandi.