Glasgow, Escocia.-“¿Qué queremos? Justicia climática. ¿Cuándo la queremos? ¡Ahora!”. Este es el grito de los jóvenes que resonó el viernes en el centro de Glasgow cuando miles de manifestantes tomaron las calles durante el “Día de la Juventud” dedicado a la Conferencia del Clima, la COP26.
Aunque la marcha fue convocada inicialmente por el movimiento Viernes por el Futuro, de la activista climática sueca Greta Thunberg, personas de todas las edades se reunieron en George Square para exigir acciones climáticas.
Desde niños pequeños que movían sus carteles de piquete de un lado a otro, hasta adultos mayores que mostraban su apoyo a un futuro mejor para los que vienen detrás, la ciudad anfitriona de la COP26 fue testigo de una concentración sin precedentes que tal vez sólo se vea ensombrecida por otra marcha que se espera el sábado.
La ciudadana galesa Jane Mansfield portaba un cartel en el que se leía: “Código rojo para la humanidad”, frase que utilizó el secretario general la ONU, António Guterres, para dar la voz de alarma a la humanidad cuando se publicó el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático a principios de este año.
“Me preocupa mucho el mundo que estamos legando a las generaciones futuras, y lo que estamos haciendo al Sur Global. Vivo en el suroeste de Gales y está claro que el cambio climático está ocurriendo, pero ni siquiera nos damos cuenta de lo que está ocurriendo en muchas otras partes del mundo y estoy asustada”, dijo a Noticias ONU.
Los líderes indígenas latinoamericanos también participaron activamente en la protesta. Fueron ellos los que encabezaron la marcha y varios de ellos enviaron un fuerte mensaje a los líderes mundiales: dejen de extraer recursos y dejen el carbono en el suelo.
“Los indígenas están muriendo en el río; están siendo arrastrados por las inundaciones masivas. Las casas están siendo arrasadas, las escuelas llenas de niños dentro, los puentes, nuestra comida, nuestros cultivos, todo está siendo arrasado”, dijeron en un escenario en George Square.
Por su parte, algunos activistas llevaban máscaras de algunos de los líderes mundiales, como Joe Biden, Vladimir Putin y Jair Bolsonaro, y los representaban como detenidos con carteles en los que se podía leer “criminales climáticos”.
“Aunque somos una parte pequeña de la población, el 80% de la biodiversidad ha sido conservada por los pueblos originarios. Nuestras voces, nuestras propuestas, deben ser escuchadas en todos los convenios internacionales sobre el cambio climático”, dijo por su parte Abigail Hualinga del pueblo quechua de Ecuador.
Otros miembros de Viernes por el Futuro pidieron en declaraciones a Noticias ONU una mayor participación y una mejor representación de los jóvenes en las negociaciones que se están llevando a cabo en la Conferencia sobre el Clima.
“Todos los años la COP nos ha decepcionado, y no creo que este año sea diferente. Hay una pizca de esperanza, pero al mismo tiempo no vemos suficiente acción, no podemos lograr nada sólo con promesas vacías”, dijo un joven activista de Filipinas.
“Las negociaciones se están llevando a cabo y sin embargo estamos aquí en la calle, porque no se nos ha incluido. Los más ricos vienen en sus jets privados y toman las decisiones. Nosotros estamos aquí y no nos van a ignorar. Nos haremos un hueco”, añadió otro defensor del clima.
Así mismo, dentro de la Zona Azul de la conferencia, donde los activistas climáticos de YOUNGO, el grupo de niños y jóvenes de la ONU sobre el cambio climático, entregaron a la presidencia de la COP y a otros líderes una declaración firmada por 40.000 jóvenes que exigen un cambio a los responsables de la toma de decisiones.
También pidieron a Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que les apoye para conseguir que se incluya en la declaración final de la COP26 un párrafo que mencione la importancia de los jóvenes.
La declaración, que se entrega directamente a los ministros, también pide que se actúe sobre la financiación del clima, la movilidad y el transporte, hasta la conservación de la protección de la fauna.