
Opinión
Con el inicio de esta nueva Legislatura en el Estado de México se vienen grandes retos para los partidos con miras a 2023”.
Las elecciones de este año han cambiado el tablero político en el país. En el caso del Estado de México se redistribuye la balanza del poder en los diferentes partidos. El bloque morenista de 2018 -2021 que tenía gran predominio en municipios y la cámara local se ha topado con lo que es una realidad: no hay discurso que dure 3 años.
Y digo esto porque es una realidad que la sociedad necesita un partido o causa que le haga frente a un sistema que posiblemente le ha fallado, pero esto no solo debe de estar en el discurso, sino en la práctica. Precisamente fue la ‘práctica’ lo que el electorado constató que está ausente en Morena, y por eso prefirió regresarles representaciones a otros partidos.
Aun con algunas pérdidas, Morena no se encuentra muerto y ahora empieza una nueva etapa en la que tendrá que generar consensos con mayor diálogo para seguir tratando de construir lo que llama ”cuarta transformación” en el Estado de México.
Es así que la LXI Legislatura inicia un capítulo de especial interés: uno con mayor equilibrio en las bancadas y que seguramente será el parteaguas para definir el camino a la gubernatura del estado.
Por un lado, el priismo mexiquense, el cual ha sido definido por su propio coordinador de bancada como ”el mejor priismo del país”, requiere cerrar filas para que el gobernador tenga un mejor legado de su gobierno, capaz de ayudarle a recuperar la simpatía ciudadana que perdió en los últimos años.
Es el PRI quien necesita recobrar la confianza e impulsar una agenda novedosa que le dé acercamiento con la gente. Una agenda de acción y garantías para ser de nuevo un referente en 2023, por lo que será interesante ver quién de sus diputados toma las riendas de esta encomienda, mismas que deben recaer en el coordinador Elías Rescala o en la presidenta del partido en la entidad, Alejandra del Moral.
Para el PAN es una oportunidad de marcar tendencia con su coordinador Enrique Vargas, quien marcha en caballo de hacienda como candidato a la gubernatura; sin embargo, el camino aún es largo y estar en el reflector puede generar mayor desgaste de cara a la elección.
Partidos como PRD, NA, PT, PVEM y MC habrán de jugar bien sus cartas para no ser considerados ”pequeños”, ya que en ellos se encontrarán los votos necesarios para inclinar la balanza entre los bloques más fuertes.
Esta LXI Legislatura también enfrenta la deuda que se tiene en temas como el matrimonio igualitario y la interrupción legal del embarazo, esto aunado al tema del presupuesto y las leyes que requiere el gobierno del estado para mantenerse de pie.
Para los diputados, sin excepción de color, representa un gran reto de consolidación de proyectos, es una oportunidad de ser cercanos y dejar a un lado el discurso ”políticamente correcto” por uno de mayor acción y resultados reales para cada uno de sus distritos.
Vendrán meses de gran importancia en esta carrera por el 2023, mismos que no deben dejar a un lado la importancia de los problemas actuales del estado: feminicidios, rescate económico por los efectos del covid-19, seguridad y salud, entre otros.
Este Artículo es colaboración de:
Óscar Javier Marín Monge
Consultor político e internacionalista con experiencia en campañas políticas y comunicación de gobierno.