![PSX_20201014_190030](https://pendulonline.com.mx/wp-content/uploads/2020/10/PSX_20201014_190030.jpg)
Cuautitlán Izcalli, EdoMéx.-Luego de que dos policías municipales perdieran la vida tras una riña este domingo en las instalaciones del DIF de la quebrada, y sin que el ayuntamiento pudiera ni siquiera realizar un recorrido por la comisaría Municipal, ni realizará algúna manifestación al respecto del lamentable episodio hoy como cereza del pastel el presidente municipal, Ricardo Núñez Ayala, presentó el Programa Municipal de Prevención de la Violencia y la Delincuencia con Participación Ciudadana.
En el consejo municipal de seguridad pública, sin siquiera señalar el hecho, y en la lógica gubernamental de la política del avestruz, se dieron el lujo de dar a conocer que “este programa tiene como objetivo modificar el entorno para que haya mejor convivencia y cohesión social, y disminuyan los factores de riesgo que propician fenómenos de violencia e incidencia delictiva”, excelente para evitar que situaciones tan gravosas como la ocurrida el domingo, pasen con los servidores públicos.
Dijeron que el fin “es el de contribuir a un ambiente social armónico”, pero como podría pensarse en armonía, sino existe por lo menos un breve sentido de autocrítica, para señalar que dos servidores públicos, en cumplimiento de su deber, vaya usted a saber porque causas se mataron en plenas instalaciones del DIF; si no se trata de satanizar a una administración, pero no es congruente que tras el hecho se pretenda “tapar el pozo”, con la idea de que no pasó nada.
Una más para el alcalde de Cuautitlán Izcalli, Ricardo Núñez, quien pasará a la historia por ir contracorriente en cada hecho, recordemos que en plena pandemia se le vio en la “pachanga” cantando al ritmo de banda con el ex vocalista de “los Recoditos” y en la manifestación del espejo de los lirios literalmente actuó a revés de como se pensaría haciendo que la policía montada reprimiera a los manifestantes.
Y es que la falta de una formación ideológica se pone de manifiesto en cada crisis de este gobierno, el cual actúa en base a la ocurrencia y sufre de forma inequívoca ser proclive a la ocurrencia, más que a pronunciar posiciones claras respecto de hechos tangibles.