
Por: Alejandro Carrillo
CDMX.-El expresidente Ernesto Zedillo fijó hace unos días una posición crítica en torno al avance en la reforma judicial la cuál fue aprobada, por la mayoría en la cámara de diputados y por la inesperada fisura del senador panista Miguel Ángel Yunes Márquez, dicha posición se dió en la revista Letras Libres, dirigida por Enrique Krauze.
A partir de esta publicación, se abrió la caja de Pandora en contra del ex presidente, realizando múltiples señalamientos acerca de su gestión como presidente de México, justamente cuando se dió la alternancia, dando paso al primer gobierno de oposición con Vicente Fox en el año 2000.
El aparato de propaganda se le fue encima acusando temas como el fobaproa, Acteal y el error de diciembre, tratando de desestimar sus dichos, además de que justamente coincide con la apuesta por una ley de telecomunicaciones que pretende imponer una línea discursiva en plataformas digitales con la creación de una nueva agencia digital, la cuál para muchos es el preámbulo de la censura a voces contrarias a la 4T.
En el artículo el ex presidente señala:
Mi artículo en la revista Letras Libres, ahora en circulación, es para confirmar la denuncia pública que hice el 15 de septiembre del 2024 ante los participantes en el congreso mundial de la asociación internacional de barras de abogados celebrado en la ciudad de México. Afirmé entonces que la llamada reforma judicial –aprobada mediante graves violaciones a la Constitución, y que estaba siendo ese día promulgada por el presidente López-Obrador, causaría la destrucción de la joven democracia mexicana.
Desgraciadamente, los hechos ocurridos desde entonces han confirmado la validez de mi denuncia: la democracia en México, lograda solo hacia el final del siglo veinte gracias a las demandas y participación de muchos mexicanos de varias generaciones, ha sido destruida por MORENA bajo las instrucciones de su fundador y aún dirigente real, Andrés Manuel López-Obrador.
El 15 de septiembre también dije, en la portada de mi texto, que anticipaba la manera en que López-Obrador actuaría en respuesta a mi denuncia. Previsiblemente la presidenta Sheinbaum ha reaccionado exactamente de la misma manera a mi artículo en Letras Libres: con calumnias e insultos, de ninguna manera con argumentos sobre los puntos por un servidor expuestos.
La presidenta ha preferido reiterar, casi textualmente, las falsedades que durante muchos años expresó su antecesor como parte de su demagogia para engañar a la gente, en vez de ella dar sus razones por su desacuerdo con lo que he venido denunciando desde septiembre.
Invito a los interesados en el tema a que lean mi artículo y confirmen que la presidenta ha preferido evitar las razones y acudir a la descalificación.
Un tema que usó López-Obrador para difamar al gobierno que presidí fue el de las acciones que se tomaron para que el país enfrentara la crisis financiera que estalló en 1994 y evitar que la economía nacional quedara en ruinas durante muchos años, como lo explico en el referido artículo de Letras Libres. Entre esas acciones fue la de evitar la quiebra del sistema bancario, –que hubiera supuesto asimismo la quiebra del sistema de pagos y de la planta productiva del país. Se hizo, entre otras acciones, haciendo efectiva la garantía de los depósitos de los ahorradores como lo disponía una ley aprobada en 1992. El hecho es que la crisis se superó y en los siguientes cinco años, la economía creció a la tasa más alta de muchos años y que por cierto no se ha repetido desde entonces.
Quienes han promovido su carrera política usando el rescate bancario, destacadamente López-Obrador, nunca mencionan que el rescate ha sido objeto no solo de muchos estudios serios sino sobre todo de una auditoría por parte de un auditor internacional independiente tal como lo dispuso el Congreso de la Unión de la legislatura 1997-2000. Los resultados de esa auditoría fueron oportunamente publicados.
Propongo que el procedimiento de nombrar un auditor independiente, internacional y sin ningún posible conflicto de interés, debiera utilizarse para revisar un conjunto de proyectos emprendidos por el gobierno de López-Obrador. Primero, la destrucción de un aeropuerto de clase mundial –cuanto costó en su totalidad esa destrucción y la cuantificación de los beneficios perdidos para el desarrollo del país por lo mismo.
Segundo, la construcción de la refinería de Dos Bocas –incluyendo su justificación, costo excesivo de construcción y costo en relación a posibles beneficios. Tercero, la construcción del tren Maya, cuantificando no solo sus costos económicos respecto a sus beneficios, sino también el costo del irreparable daño ecológico así causado. Dejo fuera de esta lista la evaluación del manejo de la pandemia porque ésta ya ha sido objeto de muy rigurosas evaluaciones que muestran la criminal incompetencia del gobierno en dicho manejo.
Ernesto Zedillo Ponce de León